ℂ𝕠𝕟𝕗𝕚𝕒𝕟𝕫𝕒 𝕪 𝕥𝕣𝕒𝕓𝕒𝕛𝕠 𝕖𝕟 𝕖𝕢𝕦𝕚𝕡𝕠.
Por: Dizque Cinefilo
Calificación: 4 / 5
Historia muy cliché de inicio a fin, predecible y tediosa por momentos, pero que vale la pena después de los primeros 20 minutos.
Una lástima para los que no podemos verla en cines, sin embargo, así como la versión 𝑙𝑖𝑣𝑒 𝑎𝑐𝑡𝑖𝑜𝑛 de 𝑀𝑢𝑙𝑎́𝑛, ésta también tuvo su estreno en Disney+ con «premier access»: un costo extra aparte del que se paga por la suscripción a la plataforma.
Sin entrar en discusión, si piensas pagar por ella o ya lo hiciste, en esta ocasión diría que sí lo vale; y si no, bueno, posteriormente estará disponible en el catálogo totalmente gratis; así que si no te urge verla, puedes esperar 3 meses… o no. *guiño*
Honestamente no resultaba tan atractivo el querer verla, pero, ¡hey!, es Disney: por default hay que dar «el beneficio de la duda».
𝐃𝐞𝐭𝐫𝐚́𝐬 𝐝𝐞 𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐚́ 𝐢𝐧𝐯𝐨𝐥𝐮𝐜𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐞𝐬𝐭𝐮𝐝𝐢𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐳𝐨́ 𝐌𝐨𝐚𝐧𝐚 𝐲 𝐅𝐫𝐨𝐳𝐞𝐧, por lo tanto son buenas referencias. Pretenciosa con la premisa, no obstante, en términos generales cumple, y el resultado lo confirma.
Imaginen esto: Una mezcla en la trama entre Dragon Ball (si, el anime) y Game of Thrones (si, la serie con una decepcionante temporada final).
Tenemos a una carismática protagonista (Raya) –a la cual 𝐃𝐚𝐧𝐧𝐚 𝐏𝐚𝐨𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐬𝐮 𝐯𝐨𝐳 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐩𝐚𝐧̃𝐨𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐋𝐚𝐭𝐢𝐧𝐨𝐚𝐦𝐞́𝐫𝐢𝐜𝐚– junto a su fiel acompañante (Tuk Tuk) y Sisu, «el último dragón». Hay rivales que enfrentan por el camino y que ‘a la postre’ se vuelven amigos. Y todo el reino de Kumandra con un enemigo en común: Los Druun.
En pocas palabras:
La última película de Walt Disney es un lindo largometraje con una buena dosis de acción, visualmente una locura –que con el paso de los años, los detalles más mínimos resaltan lo increíble que es la animación– y, a pesar de que puedas tener esa sensación de haber visto esto antes, las casi dos horas de esta aventura desquitan sin duda tu tiempo.