Por: Dizque Cinefilo
Calificación: 5/ 5
La Palma de Oro del 2019: De Corea del Sur para el mundo.
¿La mejor película del año? Probablemente. Ya saben, en eso nunca estaremos todos de acuerdo pero, si o si tienen que ver esta joya. Desde su estreno mundial en Cannes, siendo reconocida con el premio máximo del festival, la crítica la ha amado. Sitios como Rotten Tomatoes e IMDB, avalan también la aceptación por parte de la audiencia. No puede no gustarte.
Bong Joon-ho nos regala un interesantísimo drama envuelto a full de suspenso y tintes cómicos, por fragmentos éste siendo humor negro, y en donde poco más de dos horas, el thriller surcoreano te mantiene al borde del asiento entretenido cada minuto.
Acto por acto, la historia que presenciamos fluye de forma genial. No es tan importante si sabes de qué va o no, si vas ‘en blanco’, mejor; aún, con noción de la trama, descubrir cómo se va desarrollando es lo que resulta interesante para adentrarse al drama y que nutre de a poco el suspenso en esta hermosa mezcla de géneros. ‘La cereza en el pastel’, el humor.
Complicado. Es complicado en verdad. ¿Cómo carajos conseguir algo así? “Mejor Película Extranjera”, seguro. “Mejor Película”, quién sabe… Si Netflix no pudo con ROMA este año, luce difícil para nuestros parásitos.
La ceremonia de los premios Oscar para el 2020 no llega con alguna favorita en su categoría más importante, y para bien; tenemos demasiadas opciones, e incluso la antesala de los premios de la academia puede no sea de mucha ayuda para tener certeza de saber cuál sea la vencedora. Conociendo los filmes nominados para los Golden Globes, ¿Ustedes tienen su favorita?
Sin duda una agradable sorpresa, placentera; ejemplo idóneo de aquellas cintas que desquitan cama maldito centavo gastado. Una lista extensa de características que cumple desde el guion, dirección, fotografía, ritmo y estructura narrativa aplicada.
El desenlace es vital: Cómo llegamos a él y lo que sucede, concluye un mensaje iniciado a raíz de una ‘mala decisión’. ¿Creen en el karma? Bien, lamentablemente en ocasiones no merecemos ciertas cosas que nos pasan ―o si― pero, hacer daño a algo o alguien más, indudablemente algún día hay que pagar.